Al bailar, podemos tomar
en cuenta el ritmo de dos grandes maneras: 1) el ritmo base, el “beat”. Puedes
usarlo un poco más rápido o un poco más lento, siempre respetando el “beat” (en
términos musicales, es lo equivalente a las negras, corcheas,
semicorcheas, fusas, semifusas…); y 2) el ritmo árabe, que se conforma por
distintas combinaciones de “DUM” y “TAC” generados por el derbake (tambor árabe).
Importante: en algunas ocasiones un mismo ritmo no es constante durante toda la
canción, sino que varía, así que puedes encontrarte con 3 o 4 ritmos distintos
en una misma canción… la clave es estar atenta a las combinaciones, escuchar e
imaginar que es tu cuerpo el que genera los sonidos del derbake.
miércoles, 24 de octubre de 2012
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